Por Luis Martínez Alcántara
El actor mexicano Diego Luna se convirtió en tendencia tras su participación como presentador invitado en el programa de Jimmy Kimmel. En su discurso inicial alzó la voz por millones de migrantes en Estados Unidos, a quienes describió como constructores invisibles del país. Afirmó que nadie deja su tierra por gusto, sino por necesidad, y condenó el discurso de odio que impulsa Donald Trump, que ha criminalizado a quienes solo buscan mejores oportunidades.
Luna compartió que llegó por primera vez a EU con 21 años, y desde entonces ha conocido historias de sacrificio, lucha y gratitud entre los migrantes. “Nadie deja atrás su pasado por diversión”, dijo con firmeza. Subrayó que la grandeza de Estados Unidos no existiría sin las manos de quienes emigraron, muchas veces arriesgándolo todo. Su crítica se centró en cómo el sistema sigue sin reconocer su aporte y, en cambio, los persigue.
Durante su discurso, el actor se refirió a Los Ángeles como una ciudad símbolo de esperanza y diversidad, que ahora se ha convertido en un campo de miedo para los migrantes. Denunció la presión constante del ICE, que realiza redadas en lugares de trabajo y espacios públicos. “Mucha gente vive con miedo, de salir, de trabajar, de llevar a sus hijos a la escuela”, expresó. Recalcó que el miedo se ha convertido en parte del día a día.
Luna recordó que, durante los incendios de inicios de 2025 en California, fueron los migrantes quienes estuvieron en la primera línea combatiendo el fuego. “Construyen, alimentan, cuidan y educan este país”, recalcó. También señaló que muchos de ellos pagan impuestos aunque no tengan papeles, y sin embargo siguen siendo invisibles para las autoridades. “Tienen empleos esenciales, pero no derechos esenciales”, dijo.
Para cerrar, Luna compartió un dato contundente: en 2022, los migrantes indocumentados aportaron casi 97 mil millones de dólares en impuestos. “Pero eso no lo menciona Trump”, ironizó. Invitó a reflexionar más allá de los discursos políticos, asegurando que todos en EU conocen al menos una historia de un migrante que marcó sus vidas. “Tengo miedo, pero más miedo me da callarme”, concluyó, arrancando una ovación del público.
