Desde el surgimiento de la ciencia, las mujeres han enfrentado numerosos obstáculos para participar activamente en el campo científico. A lo largo de la historia, el interés femenino en esta área ha sido cuestionado y reprimido por prejuicios familiares y sociales, donde las primeras científicas enfrentaron la oposición de sus propios padres y, más adelante, de la comunidad científica en general. Sin embargo, en la actualidad, las mujeres han logrado un avance notable y se han consolidado como una presencia importante en el ámbito académico y científico, superando incluso en número a los hombres en varias instituciones de educación superior.
Alma Betzaida Benítez, Coordinadora Académica de la licenciatura de Medicina Bioambiental en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), destaca que la mayoría de los estudiantes en esta área son mujeres. “La mayoría de nuestras alumnas en promedio son mujeres”, explica, aunque menciona que el acceso a este programa es limitado, con un cupo máximo de 15 a 20 estudiantes que ingresan cada año. La intención, subraya, es asegurar una formación sólida en investigación para atender las necesidades del campo científico.
Educación Superior en México: Mujeres a la Cabeza, pero con Desafíos en STEM
En México, el avance femenino en la educación superior es notorio. Según el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, las mujeres representan el 50.7% de los estudiantes universitarios, superando ligeramente a los hombres, quienes conforman el 49.3%. No obstante, este liderazgo en el ámbito educativo no se distribuye de manera uniforme entre las diferentes áreas del conocimiento. En carreras como Ingeniería Mecánica y Eléctrica, la brecha de género sigue siendo considerable, con apenas 9 mujeres por cada 100 hombres. En Física y Matemáticas, aunque la representación femenina es algo mayor, sigue siendo baja, con 30 mujeres por cada 100 hombres.
El desempeño académico de las mujeres también es destacable en el nivel medio superior, donde las calificaciones promedio de las estudiantes alcanzan el 8.0, comparado con el 7.5 de sus compañeros varones, lo que evidencia el compromiso y la capacidad de las jóvenes en disciplinas complejas.
Innovación con Propósito: Mujeres en la Investigación Científica
A medida que las mujeres acceden a más oportunidades de estudio e investigación, sus contribuciones al conocimiento y desarrollo científico son cada vez más notables. La licenciatura en Medicina Bioambiental de la UAN, bajo la coordinación de Benítez, ha sido testigo de proyectos innovadores desarrollados por estudiantes mujeres. Uno de ellos, por ejemplo, consistió en la creación de pastillas de bagazo de caña con bacterias capaces de degradar combustibles y aceites, pensadas como una solución para limpiar aguas residuales y proteger los ecosistemas acuáticos.
Este tipo de proyectos no sólo destaca el ingenio de las estudiantes, sino también su compromiso con la investigación aplicada a problemáticas ambientales, un área de creciente importancia en el contexto global actual.
Inspiración para Nuevas Generaciones
El interés de las mujeres en la ciencia no es nuevo. Figuras como Matilde Montoya, la primera médica en México, o Helia Bravo, la primera bióloga titulada en el país, son referentes históricos que abrieron caminos en el estudio de la medicina y la botánica, respectivamente. Sin embargo, en México, el número de científicos sigue siendo bajo, con apenas 300 investigadores por cada millón de habitantes, una cifra que resalta la necesidad de continuar impulsando la participación de mujeres y hombres en el campo científico.
El avance de las mujeres en la ciencia refleja un cambio cultural y social que se ha forjado a lo largo de décadas de esfuerzo y dedicación. Con un acceso cada vez mayor a la educación superior y a la investigación, las científicas mexicanas continúan rompiendo barreras y demostrando que la ciencia no tiene género, sino talento y vocación.