Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- Con una participación históricamente baja, el Partido Acción Nacional (PAN) eligió a Jorge Romero Herrera como su nuevo presidente nacional. El proceso electoral interno, que se llevó a cabo en medio de una notable abstención de los militantes cercana al 65%, refleja los desafíos que enfrenta el partido tras los resultados de las elecciones presidenciales de 2024. De un padrón total de 302 mil miembros Romero Herrera obtuvo casi 95 mil votos.
El nuevo dirigente nacional asume el liderazgo en un momento crítico para el PAN, tendrá la tarea de revitalizar la estructura partidista y reconectar con su base de votantes. La baja participación en la elección de Romero podría interpretarse como un reflejo del desencanto de la militancia panista tras el desempeño electoral del partido.
Jorge Romero se enfrenta a la difícil misión de unificar las diferentes facciones dentro del partido y diseñar una estrategia efectiva para las próximas contiendas electorales. Su elección, aunque con escasa participación, representa una oportunidad para el partido de redefinir su posición en el espectro político mexicano y adaptarse a las nuevas realidades tanto nacionales como internacionales. El reto inmediato para Romero será motivar a la base partidista y atraer a nuevos simpatizantes.
La baja afluencia de votantes en esta elección interna plantea interrogantes sobre la salud democrática del partido y su capacidad para movilizar a sus seguidores. Analistas políticos sugieren que esta situación podría ser sintomática de una crisis más profunda dentro del PAN, que requiere una renovación no solo de liderazgo sino también de ideas y estrategias. La abstención observada podría indicar la necesidad de un cambio significativo en la forma en que el partido se comunica con sus militantes y con el electorado en general.
Se espera que Jorge Romero presente un plan de acción para revitalizar al PAN y posicionarlo como una alternativa viable en el escenario político mexicano. La capacidad del nuevo presidente para abordar los desafíos internos del partido y proyectar una visión clara para el futuro será crucial para determinar si el PAN puede recuperar su relevancia y competitividad en futuras elecciones. El éxito de Romero en esta tarea podría tener implicaciones significativas no solo para el partido sino para el balance del poder político en México.