Por Luis Martínez Alcántara
La FIFA confirmó que las sedes de los Mundiales de 2030 y 2034 serán otorgadas sin sorpresas. Para el Mundial de 2030, se decidió que España, Portugal y Marruecos serán los anfitriones, mientras que Arabia Saudita albergará el torneo de 2034. Esta decisión se produce en un contexto donde la FIFA busca celebrar el centenario de la primera Copa del Mundo, que tuvo lugar en Uruguay en 1930, con un formato inédito que incluye seis países y tres continentes.
El Mundial de 2030 se desarrollará en un total de 17 ciudades, con nueve en España, seis en Marruecos y dos en Portugal. Además, para conmemorar el centenario, se jugarán tres partidos inaugurales en Sudamérica: Uruguay, Argentina y Paraguay. Esta estrategia no solo celebra la historia del fútbol, sino que también busca unir a diferentes regiones del mundo a través del deporte más popular.
Por otro lado, Arabia Saudita será la única candidata para el Mundial de 2034. Se espera que este torneo se lleve a cabo entre enero y febrero, debido a las extremas condiciones climáticas del verano saudí. Esta decisión refleja un cambio significativo en la planificación de los mundiales, similar a lo que ocurrió con el Mundial de Qatar en 2022, donde el torneo se celebró en invierno.
Las decisiones sobre las sedes fueron tomadas por unanimidad en el Consejo de la FIFA. Los países anfitriones automáticamente clasificarán a sus selecciones para el torneo. Esto marca un cambio importante en la dinámica del fútbol internacional, donde las selecciones anfitrionas tienen una ventaja significativa al participar sin necesidad de pasar por eliminatorias.
Aunque la elección de Arabia Saudita ha generado ciertas críticas respecto a la sostenibilidad y el impacto ambiental del evento, la FIFA sigue adelante con su plan. A medida que se acerca la fecha del anuncio oficial, se intensifican las expectativas sobre cómo se desarrollará este ambicioso proyecto y qué implicaciones tendrá para el futuro del fútbol mundial.
