Por Redacción
Ciudad de México, México – 3 de diciembre de 2025. Tras anunciar que los ataques por tierra contra narcotraficantes en Venezuela comenzarán “muy pronto”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su discurso frente al gobierno de Nicolás Maduro, mientras Venezuela advirtió ante los países miembros de la Corte Penal Internacional (CPI) que el despliegue militar estadounidense en el Caribe supone un “riesgo” para la paz regional.
Trump confirmó esta semana que su gobierno se prepara para iniciar una nueva fase de la operación militar “Lanza del Sur”, que desde hace tres meses incluye ataques contra embarcaciones señaladas como narcolanchas en el Caribe y el cierre del espacio aéreo venezolano. En un mensaje posterior a una reunión de gabinete en Washington, el mandatario republicano afirmó que Estados Unidos “empezará con los ataques por tierra” y que su objetivo es “acabar” con los cárteles vinculados al llamado Cártel de los Soles, al que Washington asocia con la cúpula chavista.
Las advertencias se producen en paralelo a una ofensiva diplomática de Caracas. En La Haya, el embajador Héctor Constant Rosales señaló ante la Asamblea de Estados Partes de la CPI que la estabilidad en el Caribe está “amenazada” por un “despliegue militar estadounidense sin precedentes”, al que calificó como una acción que “pone en riesgo a una región amante de la paz”. El diplomático acusó a Estados Unidos de tratar de desestabilizar el entorno de Venezuela y afectar su soberanía mediante operaciones navales y aéreas cerca de sus costas.in
Más allá de la CPI, el gobierno de Maduro ha llevado sus quejas a otros foros internacionales. En semanas recientes, Caracas denunció ante la ONU y ante la OPEP+ que el despliegue naval y aéreo de Washington en el Caribe constituye una “amenaza” que busca propiciar un cambio de régimen y controlar las reservas de petróleo venezolanas, al tiempo que dirigentes del chavismo han pedido “toda la ayuda” internacional posible para responder a lo que consideran una agresión.
El aumento de la presión militar también ha despertado reacciones externas. Expertos de la ONU en derechos humanos han advertido que las amenazas de uso de la fuerza por parte de Estados Unidos pueden violar la soberanía de Venezuela y la Carta de Naciones Unidas, mientras el papa León XIV y gobiernos de la región han llamado a privilegiar la vía diplomática para evitar una escalada que tendría repercusiones en toda América Latina.
